miércoles, 6 de abril de 2011
La casa con desván
En cada relato se percibe la observación de una circunstancia propia de los primeros años del siglo XXI. Esta gente, mi admirado Chéjov, ha asumido su influencia y el talento individual para captar los espacios invisibles del presente. Siempre he creído que la literatura es una carrera de relevo y los escritores son los corredores que van describiendo el espacio-tiempo del recorrido. En esa carrera la mirada (que luego se convierte en palabra) va articulando la otra memoria (libre, diversa, personal, sublime, bestia, sencilla, compleja, universal) del ser humano. Y estos diez escritores, como buenos corredores de fondo, han logrado el cometido.
Siéntase usted satisfecho señor Chéjov, pues el relato del siglo XXI goza de muy buena salud.
Atentamente, su fiel lector,
Edgar Borges.
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